Hoy os traigo una restauración made in home de un mueble rescatado del olvido. Seguro que todos habéis visto alguna vez las mesas auxiliares desplegables que se utilizaban (o se utilizan) en las cocinas. Darles un nuevo aire no es un proceso costoso ni difícil y el resultado es sorprendente.
Lo primero fue restirarle las partes estropeadas, como los cantos o las visagras, que ya estaban oxidadas. Para los primeros, utilizamos una plancha, que caliente el pegamento, y una espátula, para retirarlos. Con las visagras hay que tener más maña, un poco de fuerza y mucha paciencia.
El siguiente paso es preparar las diferentes superficies para la mano de pintura que le dará un aspecto renovado. Las partes metálicas se raspan con un cepillo de alambre y se limpian con un paño impregnado en disolvente para eliminar los residuos. El resto se lija superficialmente. Con una mano de imprimación se preparan todas las superficies para el posterior pintado. Luego, pinceles, rodillos, colores y ¡a pintar!
Nosotros hemos optado por el ocre, el blanco y el celeste, con los que hemos conseguido un estilo retro para una mesa que nos servirá de apoyo en el balcón. Echando mano de lo que teníamos por casa, apenas nos hemos gastado 20 euros!!! ¿Quién se anima?
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