jueves, 13 de octubre de 2011

En casa de otro

No siempre se tiene la suerte de contar con una habitación para invitados, pero hay muchas otras fórmulas para dar cobijo a huéspedes eventuales.
Ocupa poco espacio, es simple, colorista y, mientras no lo necesitas para dormir, tienes una original silla. Así es el sofá-cama ideado por Meike Langer.


Con presupuestos más ajustados, los palés son una buena solución. Con una mano de pintura los verás con otros ojos.
Para soluciones rápidas, un colchón en el suelo, un cabecero de cartón y un toque simpático: convertir la cama en una cara. Tiene que ser divertido observar las reacciones de los invitados al verla.


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